martes, 16 de marzo de 2010

QUIENES, DÓNDE



Ya han pasado los primeros días. Ha habido varios momentos en los que de repente sentía que todo alrededor mío entraba en un estado de armonía y belleza total, y mirase donde mirase solo podía sentir gratitud. Mucha gratitud.
Más o menos las cosas están siendo así:

¿DÓNDE VIVIMOS?

En Nova Gokula hay un pequeño “barrio” de casas de devotos, llamado Vila Matsya. Hay un camino que pasa al frente de cada casa, llamado Rua Bhakti Marga, y al final de este camino está la casa donde nos estamos quedando las devotas. La dueña, Madhava Lila, nos la ha prestado hasta final de año, y parece una casa de muñecas. Es de madera, con grandes ventanales por donde entra la luz del sol. Por cada ventana puedes ver diferentes montañas que nos rodean, y tras el cobertizo de cañas donde tendemos la ropa fluye un riachuelo. En el porche tenemos 2 hamacas, donde solemos descansar, conversar o admirar la naturaleza de los bosques que se encuentran al frente.



Cuatro casas más arriba viven los brahmacaris, en una casa que también ha sido prestada por un devoto hasta el final del año. En esa casa también se encuentra la cocina provisional, donde una devota (Krishna Katha) nos cocina todos los días. La dieta es muy saludable, sin frituras, ni excesos de azúcar, sal… etc. Básicamente comemos frutas, zumos y cereales por la mañana, arroz con alguna legumbre y vegetales al mediodía y algo suave a la noche. Por ahora estamos todos comiendo allí, las devotas en una sala y los devotos en otra, pero en breves terminarán de construir la cocina en otro edificio y podremos organizarnos mejor.



La Vila Matsya queda a medio kilómetro del templo y el edificio donde vamos a estudiar, pero el camino es muy placentero de recorrer. Siempre te cruzas a las vacas, o al caballo, o a algún devoto; a los lados hay campos de pasto y a lo lejos se recorta la silueta de las montañas. Los días de lluvia las nubes llegan a filtrarse en tre los bosques y parece como si se desprendiera algodón de la copa de los árboles. Caminamos mucho todos los días.



Esta semana estuvo con nosotros mi maestro espiritual, Dhanvantari Swami, quien coordina el proyecto del Seminario. Durante esa semana aprovechó para darnos muchas instrucciones y consejos, sobre etiqueta vaisnava, los horarios que deberíamos seguir, cuál sería nuestro comportamiento más adecuado, como relacionarnos entre brahmacaris y brahmacarinis, como convivir con la comunidad de Nova Gokula, etc.


¿QUIÉNES SOMOS?

Por ahora somos 6 devotas y 9 devotos. El grupo es bastante completo, hay brahmacaris que vienen de templos, donde han estado viviendo mucho tiempo… Otros estudiantes vivían en su casa, estudiaban en la universidad y no han tenido mucho entrenamiento en la vida espiritual. Pienso que estas diferencias hacen que el grupo sea equilibrado, al contar con personas que ya tienen experiencia de varios años y otras personas que están llegando justo ahora.
Somos todos jóvenes de entre 20 y 25 años, con alguno de 30 y otra señora de 50 y pocos.



Uno de los mayores desafíos en este año es la convivencia. Convivir con personas que no has elegido para acompañarte en este año, si no que Krishna ha mandado por una causa en especial, para que cada uno de nosotros podamos aprender algo de ellas. No es casualidad que cada uno de nosotros estemos en este lugar y en este momento juntos, y si uno es lo suficientemente inteligente podrá aprovechar tanto lo bueno como lo malo que venga en la convivencia.


Me gusta pensar en la siguiente imagen:

Uno está en pie, frente a una hilera de personas que va pasando a nuestro lado. Cada persona de esa fila nos entrega algo, son las personas que nos cruzamos en la vida y nos aportan una enseñanza. Aveces lo que nos enseñan puede venir en una forma dolorosa, que nos haga sufrir profundamente; esas son las lecciones que más nos marcan y nos ayudan. Otras veces nos enseñan lecciones hermosas, nos traen simplemente luz y propsperidad.
En ambos casos, las personas se convierten en maestros y uno debe aprender a mirarlos con gratitud y recibir lo que nos dan con humildad, nos guste o no.




Mi plan era escribir cada semana. Pero realmente el día está tan ocupado! Rara vez encuentro un momento de tranquilidad para pararme a escribir...
Mismo así voy a intentar escribir más de vez en cuando.

Hare Krishna!
Todas las glorias sean para Srila Prabhupada!

viernes, 5 de marzo de 2010

Mentalizando



Voy por el buen caminio. Voy al lugar correcto.

Solo faltan 2 días para llegar a Nova Gokula. En la inmensidad de sus bosques residen una de las Deidades más bellas que he visto en mi vida. Su energía es tan poderosa que aquel que las contempla al menos una vez, consigue recordarlas nítidamente durante los siguientes días. Sus bellos ojos encierran miradas envolventes de protección, y su presencia silenciosa, allí arriba, en el altar gigante de mármol blanco, desciende hasta tu corazón y encanta tu cuerpo.

Estos días pienso en la enorme fortuna que tengo de poder convivir con Ellas durante los próximos 9 meses. Verlas todos los días, observarlas, sin pensar en nada, tan solo admirar que se hayan manifestado en aquel lugar, en aquel momento. Realmente quiero mucho aprovechar esta oportunidad para establecer una relación con Ellas. Las Deidades en general siempre me han gustado mucho, pero Radha Gokulananda son algo especial.




Hoy me acordé de un consejo que me dio cierta vez una devota de Europa del Este. "Escríbele una carta a la Deidad", me dijo cuando le conté que quería ir a India, pero que no tenía muchas posibilidades.

Escribir una carta a la Deidad...

Me pareció de lo más personal. Una oportunidad para practicar el diálogo con Dios, visualizar la conversación, abrir el corazón y dejar que las palabras fluyan. Realmente escribí aquella carta, y al hacerlo sentí que estaba ofreciendo alguna parte de mi ser. Una ofrenda de mis sentimientos, mis esperanzas, mis dudas y mis temores. "Esto es lo que soy y así lo dejo en tus manos".

Realmente admiro el bhakti yoga. La devoción es una actitud original en nosotros, y recuperarla es un trabajo de por vida; sin embargo recorrer este camino es lo más interesante, y descubrir qué es lo que podemos hacer para sentirnos más y más cerca de Krishna es el trabajo natural que está dentro de nosotros.

Voy a escribirles una carta.

La Cuenta Atrás


Faltan 4 días.
Aparentemente solo está comenzando el curso de Bhakti Shastri en Nova Gokula; en realidad para mí comienza una nueva etapa.

Llevo mucho tiempo esperando que llegue ese momento.
Representa una nueva oportunidad para comenzar de cero. Intentarlo de nuevo.

Tras visitar España entre noviembre y febrero, la sensación de no estar haciendo bien las cosas me inundaba. Me iba a dormir muy tarde, me levantaba muy tarde, y pronto mis horas de meditación se quedaron sin tiempo. Me desconecté de lo más importante. Es como si una fuerza ajena me impidiese actuar con inteligencia y determinación.

Pero esa fuerza ajena, ¿es algo que en realidad está dentro de nosotros, o es una influencia externa?

Está claro que necesitamos fuerza para poder mantenernos en equilibrio, sobrevolando las tormentas que llegan, inevitablemente. Recuerdo un viaje que hicimos durante la Maratón de Diciembre en México; el equipo nos movíamos hacia Michoacán, y para esas alturas yo ya me había encontrado con varias situaciones "incómodamente" complicadas. No paraba de preguntarme por qué simplemente no podía cumplir mi servicio entregando los libros a las personas y listo, sin tener que "sufrir" tanto. Este sufrimiento nacía directamente de mi mente, y no de mi corazón.
El viaje a Michoacán transcurrió en la noche, y la mayor parte de los pasajeros estaban durmiendo. Entonces colocaron la película del Último Samurai, y en seguida quise ser como ellos, un guerrero que cumple impecablemente su deber, disciplinado y eficiente.

El Seminario es la oportunidad para dedicarse a la introspección y entrar en contacto con algunos rincones secretos que hay dentro de nosotros. Es como si fuéramos un inmenso bosque, una vasta jungla caótica llena de enredaderas, lianas, árboles gigantes, arbustos, bambuzales, ríos, rocas, fango y hongo... Y cuanto más nos concentramos en adentrarnos en esta jungla maravillosa, más probabilidades tenemos de encontrar un rincón mágico, cargado de fuerza y vitalidad. Y estos rincones nos alimentan, nos mantienen con fe y nos otorgan la seguridad de que podemos conducir nuestro espíritu por el camino correcto.

Entonces las fuerzas ajenas pierden intensidad, y somos protegidos por la disciplina (sadhana bhakti) y las palabras sabias del maestro espiritual. Se manifiesta la inteligencia y somos capaces de refugiarnos en verdaderos abrigos espirituales.

Faltan 4 días.